Los aniversarios son fechas
interesantes. Hay dos tipos de aniversarios, los personales y los
institucionales. Cuando son institucionales la celebración se centra en
agradecer a los colaboradores, agradecer a los clientes, también agradecer a
los proveedores, en fin, que se vuelve un acto de agradecimiento y gratitud
para todos los que de una u otra forma han sido parte del trayecto de dicha institución
o empresa y de la misma institución salen los gastos para celebrar la cantidad
de años alcanzados. Contrario cuando se celebra el aniversario de una persona,
al parecer es responsabilidad de los demás las actividades, regalos y demás formas
de celebrar. En este punto creo que mi reflexión – es lo que hago en este blog,
reflexionar – no va si es bueno o malo hacer una u otra cosa, el punto va hacia
si los demás se deben “alegrar” o no porque yo nací. Y aquí considero que,
aunque cuando somos niños es bonito ver que nos celebran el aniversario, pero
llegados a un punto, no se cual, debemos reflexionar que los que debemos estar
agradecidos somos nosotros por estar vivos, agradecidos por las personas que
nos rodean, agradecidos por las cosas que nos han pasado. Así como una institución
agradece a todos su existencia, nosotros agradecer y celebrar el estar vivos.
Walter @moriuper