Hoy por la mañana fui testigo de una situación particular, resulta que una persona venía a tomar el autobús, sin embargo venía ligeramente tarde. Esto suponía que el autobús se iba a ir y esta persona no lo podría alcanzar. Pero a pesar de que las cosas no estaban a su favor y continuo a toda velocidad camino al autobús, estando muy cerca el autobús partió de la terminal, pero esta persona no se dió por vencida, con sus manos y con su voz hizo ademanes y gritó, acto seguido el chófer del autobús lo volvió a ver por el vidrio retrovisor y frenó el autobús y los espero un minuto más.
Esto me hizo pensar que la virtud de la perseverancia a veces nos abandona, a veces no la usamos de una manera correcta y subestimamos su poder.
Creo que cuando uno desea algo con su corazón y ese algo es un proyecto bueno, uno no debe abandonar, por el contrario, aún cuando las cosas se pongan difíciles y parece que aquello que deseamos se aleja de nosotros, debemos seguir con más fuerza.
Claro, es más fácil decirlo que hacerlo.
Walter @moriuper
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