lunes, 19 de noviembre de 2018

18-11-18 La Guerra


La guerra es una de las cosas que en algún momento de mi vida me llamo mucho la atención. Recuerdo de niño jugar a la guerra con mis amigos, uno de los temas que en esos días me llamaba la atención era la guerra de Vietnam, en esos tiempos había muchas películas y series acerca de esa guerra, para mí la guerra tenía un aura de compañerismo y de grupo explorador que lo hacia un poco romántico el asunto. El concepto bueno y malo era eso, blanco y negro, para mí, los malos eran malos y tenían que morir y simular que les disparabas no tenía nada de particular. Si eran juegos y no me voy a poner a decir si eran buenos o malos, solo diré que eran eso juego y que para mí esa era la realidad, punto.
El tema con esto es que con el tiempo empecé a leer acerca de este tema, y en mi adolescencia y juventud fui testigo de guerras brutales como la de los Balcanes y de masacres como las Ruanda y mis ojos empezaron a ver una cara que no conocía de la guerra. La guerra empezó a tener nombre y apellidos, rostros, ideologías políticas. Lo “bueno” ya no era tan bueno y lo “malo” ya no eran tan malo, ahora las motivaciones de unos y de otros tenían claros oscuros y todo estaba sujeto a entender las razones de unos y otros. La destrucción de las guerras en todo ámbito era para mí la cosa más triste del mundo. La lectura primero y el cine después, me abrieron los ojos a entender la brutalidad y el sin sentido de una actividad que solo acarrea dolor y muerte a su paso.
No voy a hacer un repaso de las guerras y tampoco voy a exponer de nuevo las heridas que puede provocar una guerra, yo no sé porque aun hoy seguimos combatiendo, yo no entiendo porque aún seguimos matando a otros seres humanos, yo no comprendo porque aún no hemos entendido que la violencia no genera nada más que dolor. Cuestiono la evolución del hombre, no es posible que digamos que somos seres que evolucionan y aun hoy día después de cientos de años de conflictos sigamos luchando. Seguimos siendo los mismos solo que las armas son más modernas, pero el odio para empuñarlas sigue intacto.

Walter @moriuper

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