Las victorias deben celebrarse. Depende de cómo veas la vida lo puedes ver
como una sucesión de batallas, a veces se gana y a veces se pierde, y con cada
victoria y con cada derrota uno adquiere conocimiento. Debemos entender que una
derrota no es el fin del mundo y que una victoria no nos vuelve invencibles,
pero ambas cosas, sea derrota o sea victoria, debemos vivirlas y no
negarlas.
Cuando perdemos debemos sufrir ese dolor, es importante que no ocultemos
nuestros sentimientos, sentir el dolor, la frustración, el enojo, en fin, todos
esos sentimientos. Asimismo, cuando ganamos, cuando obtenemos una victoria
debemos celebrar, reír, gritar, saltar, abrazar, hincharnos de alegría y así.
La victoria, así como la derrota, son parte de la vida, por eso debemos
estar preparados para recibirlas según sea la ocasión.
¿Estás preparado?
Walter @moriuper
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